Astel se opone a las novedades sobre el price-cap anunciadas por el Gobierno
Los competidores de Telefónica han expresado ya a través de la asociación Astel su desacuerdo con las decisiones recientemente anunciadas por los portavoces del ministerio de Ciencia y Tecnología sobre la regulación de los precios máximos de telefonía fija, que supondrán la subida en la cuota de abono en 2004 y la desintervención de las tarifas en 2005.
Auna está ya trabajando en un recurso para protestar por unas medidas que, en su opinión –coincidente con la del grueso de los operadores alternativos- favorece la recuperación por Telefónica del escaso mercado que habían logrado ganarle desde el comienzo de la liberalización de las telecomunicaciones en 1998.
Así, argumentan, los precios subirán más de un 4% en un segmento –la cuota de abono- donde ellos no podrán beneficiarse de mejoras en sus márgenes, dado que el acceso directo es precisamente donde en mayor grado se sigue produciendo una situación de monopolio de hecho. Será Telefónica la única que se beneficie de este aumento de los precios, ganando una fuerza que podrá utilizar para competir con mayores posibilidades de éxito. Sin embargo, las tarifas por las llamadas, cuya oferta se ven obligados a seguir para no perder la competitividad, experimentarán una bajada efectiva, ya que los máximos habrán de mantenerse invariables sin reflejar el IPC.
También protestan por la decisión del Gobierno de desintervenir los precios máximos de la telefonía fija del operador dominante en el año 2005, aduciendo la falta de madurez de la competencia en el mercado, manifiesta en el hecho de incontestable de que Telefónica mantenga una participación del 83% según el informe de la CMT correspondiente a 2002.
Así, argumentan, los precios subirán más de un 4% en un segmento –la cuota de abono- donde ellos no podrán beneficiarse de mejoras en sus márgenes, dado que el acceso directo es precisamente donde en mayor grado se sigue produciendo una situación de monopolio de hecho. Será Telefónica la única que se beneficie de este aumento de los precios, ganando una fuerza que podrá utilizar para competir con mayores posibilidades de éxito. Sin embargo, las tarifas por las llamadas, cuya oferta se ven obligados a seguir para no perder la competitividad, experimentarán una bajada efectiva, ya que los máximos habrán de mantenerse invariables sin reflejar el IPC.
También protestan por la decisión del Gobierno de desintervenir los precios máximos de la telefonía fija del operador dominante en el año 2005, aduciendo la falta de madurez de la competencia en el mercado, manifiesta en el hecho de incontestable de que Telefónica mantenga una participación del 83% según el informe de la CMT correspondiente a 2002.
